Ha llegado el verano y con él muchas actividades pastorales en la parroquia se paralizan; pero, la ayuda y la solidaridad no tienen vacaciones. Las personas en dificultades y las familias que sufren esta crisis tan injusta para los más pobres siguen necesitando el apoyo y la cercanía de todos, también de la comunidad cristiana.


Por eso, seguimos apostando desde la parroquia por la ayuda desinteresada y por el compromiso evangélico por los más pobres y necesitados. Los últimos, los sin voz, los que no cuentan tantas veces tienen un sitio preferencial en esta casa común de la Iglesia.


Es así que los distintos grupos que conforman la actividad caritativo-social de la comunidad parroquial siguen trabajando, sea tiempo de verano o cualquier época del año. Aquí no hay vacaciones. Y todo, gracias a la colaboración y a la generosidad de voluntarios y voluntarias que suman en compromiso y en testimonio, que multiplican en espíritu samaritano y que miran al corazón, sobre todo, al corazón desgarrado y encogido….. Gracias a ellos y a ellas aquella cercanía de Jesús de Nazaret por los enfermos, los pobres, los indigentes, los excluidos sigue siendo propuesta a toda la comunidad de creyentes. Gracias a todos y todas que hacéis posible un Evangelio vivo y vivificante.


Y gracias a todos los que desde el anonimato apoyan y animan este deber cristiano de estar con los últimos, con los preferidos de Dios. ¡Cuántas aportaciones desde el anonimato, cuántas ayudas, pequeñas y humildes; algunas teñidas de esfuerzo y de austeridad propia para que otros puedan tener lo mínimo ¡ ¡Cuánto gran corazón! ¡Cuántas huellas de Dios siguen pisando esta tierra!!!!!


Uno de los proyectos que se llevan a cabo en la parroquia es el ROPERO. Hace poco más de un año que el ropero ha cambiado de ubicación. Estos últimos años las Hijas de la Caridad que sirven con generosidad el proyecto de la Fundación Baoquivi en la calle Manuel Murguía  de atención a niños en exclusión nos cedieron un local de su casa para tener allí el ropero. Desde el año 2011 ese servicio lo hemos trasladado a las instalaciones de la parroquia. Desde el mes de Febrero de ese año hemos atendido a 113 personas, usuarias de este ropero. Muchas son las personas que nos donan su ropa y que nosotros tratamos de clasificar, ordenar y distribuir.


Como responsables de este servicio están Sor Carmen, Hija de la Caridad de la casa deBaoquivi y su infatigable compañera de labor, Loli. A ellas nuestro aplauso y reconocimiento por tan importante y necesario trabajo. Todos los martes y jueves de 10.30 a 12.30 tienen abierto el ropero para todas aquellas personas o familias que así lo necesiten.


Sigamos apoyando y agradeciendo el trabajo generoso de todos los voluntarios en la acción caritativo-social de nuestra comunidad parroquial.