CAMINAR CONTIGO, HERMANO FRANCISCO

 

El pasado día 13 de Marzo, el Colegio de Cardenal elegía como nuevo Pastor Universal de la Iglesia al Cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.


La Plaza de San Pedro testigo tantas veces de grandes acontecimientos eclesiales daba la bienvenida al nuevo Papa. Asombro, incredulidad, pero, sobre todo una alegría desbordante y desbordada ante el anuncio inesperado.


Desde el primer momento, el Papa Francisco nos ha sorprendido. El nombre elegido (recordando al santo de los pobres, al “poverello de Asis”), los gestos sencillos, la mirada, la bendición que suplica y pide al pueblo que le conceda el Señor, la oración más genuina del Padrenuestro y el Ave María de la Virgen del Magníficat.

 

Todos estos días y han transcurrido sólo seis, el Papa Francisco ha aportado aire fresco, brisa suave a esta nave de la Iglesia. Ha querido transmitir un mensaje de misericordia y cercanía, una buena nueva que no es otra que la sencilla palabra del Evangelio; ha querido parecerse un poco más al “hijo del carpintero” y ha deseo iniciar este camino eclesial acompañado de la Madonna, la Virgen Madre.


Desde “tierras del fin de mundo” el Espíritu nos ha regalado este hermano, este Padre para confirmarnos en la fe y para hacer “un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre todos”.
El Señor lo “miró con misericordia y lo eligió”. Demos gracias al Señor. Y caminemos juntos por los senderos del Evangelio para ser “una Iglesia pobre para los pobres”.
¡Bienvenido, hermano Francisco! ¡Que Dios te bendiga!

 

“Que Francisco guíe a la Iglesia y sea un instrumento de la Paz de Dios;
Donde haya odio, nos guíe por el camino del amor;
Donde haya ofensa, ponga perdón;
Donde haya discordia, ponga unión;
Donde haya error, ponga verdad;
Donde haya duda ponga la Fe;
Donde haya desesperación ponga esperanza;
Donde haya tinieblas, ponga luz;
Donde haya tristeza ponga alegría.
Que sea nuestro Guía y nos ayude no tanto a ser consolado como a consolar,
A ser comprendido como a comprender,
A ser amado como a amar.
Que nos ayude a comprender que dando se recibe,
Que olvidando se encuentra,
Que perdonando somos perdonados,
Y que muriendo se resucita a la Vida Eterna”