Queridos feligreses:


Como bien sabemos estamos viviendo una etapa difícil, complicada y dolorosa. Desde la parroquia hemos querido estar muy unidos a todos; hemos hecho un gran esfuerzo para que os sintierais acompañados y animados en todo momento. Nos hemos comprometido desde el inicio del confinamiento en promover canales de relación y de presencia en vuestras casas y en vuestras familias.


Hemos multiplicado recursos e ideas ; seguro que algunos días hasta hemos sido bastante pesados con tanto envío y recordatorios, pero nuestra intención no ha sido otra más que el que sintierais la parroquia como compañera de camino, manantial para recuperar fuerzas y luz de Dios en vuestras vidas. Perdonad si hemos pecado de insistentes y machacones.
Tantos mensajes, celebraciones, oraciones, artículos etc han querido mantener la unión y la comunión entre los que formamos parte de esta familia de creyentes. Reiteramos nuestro ánimo, ayuda y fortaleza que sabemos nos viene del Señor.


El próximo lunes día 11 de mayo retomamos de nuevo las celebraciones litúrgicas en el templo parroquial. La parroquia no ha estado cerrada en estas semanas: gracias al trabajo y la colaboración de tantos voluntarios esta comunidad está muy atenta a las necesidades de los colectivos más vulnerables y de las personas que piden algún servicio o demandan alguna ayuda.


El horario de las Eucaristías las remetimos en un cartel que os adjuntamos, así como las normas que nos piden llevar adelante. Estad muy atentos a cada una de ellas y ayudad a las personas que asistan a los distintos actos siendo escrupulosos en su cumplimiento.
Como bien dice el cartel, del 11 al 25 de mayo sólo se puede ocupar un tercio del aforo del templo y a partir del 25 un 50% para guardar la distancia de seguridad. Sólo se ocuparán los lugares donde haya una etiqueta o señal en el banco. Ante esta situación que vivimos en la que se están adoptando medidas sanitarias y sociales extraordinarias todos debemos poner de nuestra parte lo que se exige y colaborar desde la virtud de la prudencia, el sentido común y la responsabilidad comunitaria.


Esta nueva etapa exige una serie de medidas que hemos adoptado: empresa de limpieza que va a desinfectar el templo, compra de dispensadores de gel hidroalérgico en las entradas, alfombra para empaparla de desinfectante en la puerta principal, y otras compras urgentes. Una de las medidas a adoptar es limpiar los bancos, objetos litúrgicos etc al finalizar cada celebración. Por eso, os pedimos colaboración y ayuda. Si ponemos nuestro granito de arena todos estas acciones serán más llevaderas. Sabemos de vuestra generosidad y como bien dice el Papa Francisco es “momento de ser pueblo y de construir puentes”. Ojalá que lo vivido nos convierta y nos reconvierta en pro de lo común y de lo que fomenta la solidaridad, evitando todo individualismo y egoísmo.


Entre todos seguimos construyendo una parroquia fiel al Espíritu del Resucitado. Un saludo