Domingo resurrección.

marzo

(Jn. 20, 9)

Reflexión:

¿Qué has visto de camino, María, en la mañana? A mi Señor glorioso, la tumba abandonada." (secuencia). Este es el día de la Resurrección, este es el día en que Dios ha resucitado de la muerte a Jesús, el Hijo de dios que se hizo hombre y murió en la cruz por amor a todos nosotros. Toda la Iglesia se reúne para celebrar que la muerte y el pecado han sido vencidos, que nacemos a una vida de intimidad con dios y de fraternidad entre los hombres. Al igual que las mujeres y los apóstoles, nosotros, que buscamos a Jesús, nos sorprendemos por el anuncio de la resurrección. Una actitud de fe y de acogida nos ayudará a encontrarnos con el Señor que quiere resucitar tantas situaciones de muerte, de pecado y de dolor que padecemos. De este encuentro surgirá la necesidad de comunicar a otros esta gran noticia, y permitir así, que todos los hombres puedan experimentar la fuerza de la Resurrección.

Oración:

Bendito seas Padre,

bendito sea tu Hijo Jesucristo,

bendito sea el Espíritu Santo.

Tú eres nuestra alegría y nuestro gozo. Tú cumples tu promesa de misericordia con nosotros: dándonos los bienes del cielo ya aquí en la tierra; recibiendo tu perdón por la fe; regalándonos la nueva vida por y con Cristo; haciéndonos testigos y partícipes de tu Resurrección, ante los hombres, para que cuando un hermano se acerque a nosotros, podamos decir: "Vio y Creyó".