Primer domingo de cuaresma.

febrero

"Jesús es tentado" (Mt 4, 1)

Reflexión:

Todo hombre es creado para vivir en una relación de intimidad y de amistad con dios. Adán se dejó seducir por el ogullo, la independencia por encima de todo, por el deseo de tener y de poder, por el deseo de ser como dios. Tras el pecado, se sintió desnudo delante de Dios, frágil, vacío. Hoy también nosotros nos sentimos tentados, y llegamos incluso a dudar de poder se perdonados por el Padre. Nada mas lejos de la realidad, ya que allí donde abundó el pecado, sobreabundó la Gracia. El Espíritu de Dios conduce a Jesús al desierto, lugar de soledad donde se encuentra con Dios, consigo mismo y con la tentación del tener, del poder, de la gloria, de la autosuficiencia... Las tentaciones de Jesús son las tentaciones de todo hombre. La actitud de Jesús es para nosotros un motivo de esperanza: el Espíritu vence el poder del mal.

Oración:

Bendito seas Padre, por darnos la Palabra que sale de tu boca.

Tu quieres que estemos siempre cerca de Ti. Nos muestras el camino de la felicidad por medio de la humanidad de tu Hijo; que nos enseña a superar las tentaciones que encontramos en nuestro camino, dejándonos guiar por el Espíritu.